jueves, 22 de abril de 2010
Quiero dedicarme a escribirte mil páginas, y aunque no esté segura de que lo leas, lo hago igual. Es el impulso de mi corazón que me dice: 'sentate, no te inspires, no hagas fuerzas para pensar en palabras, hace lo que te dicto'. Él me dicta, yo escribo. Y espero que lo esté haciendo bien - Qué palabras me vas a dictar hoy? - Lo que vas escribiendo lo mando a la memoria, y ahí las das a luz. Increiblemente esto está pasando, estoy hablando más con el corazón que escribirte a vos Lucia. Pero es tan lindo, sentir que de verdad esas palabras que te escribo me las dicta él, y nadie se da cuenta, pero no es un talento escribir, es cuestión de escucharlo a él que sabe. Y entiende cada sentimiento, y no puede quitar ninguno, porque queda en él. Para siempre, para toda la vida. Justamente estás entre esos, me lo está diciendo. Y gracias al cielo, jamás vas a dejar el espacio que ocupás, porque él te tiene encadenada, como cada uno de los sentimientos que por más pecadores que sean, están conmigo. Sí, y Dios manda en el corazón, y él me deja tener todo eso...
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